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domingo, 7 de abril de 2013

Corazón de Madre...

El corazón de una madre guarda no solo  los buenos deseos para con sus hijos sino,  aquellas lágrimas santas cuando como hijos le hemos desobedecido, y el perdón con el cual borra nuestros errores para seguir amándonos.
El corazón de una madre es tan infinito como el universo mismo y tan incomprensible, porque aun con el mas grande de los desprecios  encuentra la forma de Amar y perdonar.
Doblega los temores aun así este asustada y calla  sabiamente cuando no hay nada que decir.
El corazón de una madre no se limita aun trozo de carne latente, sino que se expande mas allá de la negación a si misma hasta alcanzar la perfección del amor.  
El corazón de una madre es un misterio que Dios dejo en esta tierra y solo se nos es revelado en el momento que nosotras mismas nos convertimos en madres.

Por Beyanira Aguirre.

sábado, 6 de abril de 2013

Hermanos
















Hermano... querido hermano, recuerdas aquellos días soleados en los que solíamos jugar en el campo. Como corríamos por entre los pastizales y las flores, haciendo volar a las mariposas que se hallaban posadas en ellas, o aquella ocasión en que jugando a  las escondidas te perdiste entre los matorrales y yo te encontré.
Fue un pequeño susto del cual no parábamos de reír... ¿Lo recuerdas?
Yo si  hermano de mi alma, yo si lo recuerdo y todavía rió al recordarlo.
Cuando compartíamos risas y juegos así como alguna pelea  en la cual mamá intervenía siempre con su dulce sonrisa, para que hiciésemos las pases.
¡Que tiempos aquello!...inolvidables sin duda, tan llenos de vida como la primera vez, pero.... solo hay una cosa que no logro recordar y quizás tu sepas y puedas hacérmelo saber... 
Recordar el día en que te lastime tanto como para que ahora hallas decidido olvidarme.


Escrito Por: Beyanira Aguirre.

"Relato inspirado en aquellos hermanos que se distancian  y con el tiempo olvidan el motivo por el cual se distanciaron y anhelan reencontrarse "



viernes, 5 de abril de 2013

Hilos y agujas




Recuerdo a mi abuela, una hermosa señora de años, ¿Cuantos?, no sabría decir con exactitud, pero si les diré que era la mejor mujer del mundo.

Siempre seria, trabajaba mucho  y casi nunca sonreía  tuvo once hijos y a todos amo como a uno solo.
Estaba enamorada locamente de mi abuelo y cuando el se fue, ella sufrió mucho.
El no se fue porque quiso, la muerte se lo llevo contra su voluntad.
Esto le afectó muchísimo, creo que tanto así que envejeció diez años instantáneamente con su partida.
Después de sus quehaceres se sentaba en su vieja silla, creo que tan vieja como lo era ella...  y se ponía a coser.
Sus manos siempre laboriosas no podían estar quietas, lavaba, cocinaba, limpiaba y cocía  hacia sabanas , cobijas y remendaba los calcetines agujerados de sus hijos...
Era una artesana sin darse cuenta lo valiosa que era en verdad.
Una noche comenzó a toser, era una tos seca y majadera como ella decía.
Casi no dormía y aun así se levantaba con las primeras claras del día.
Yo en mi cama , podía escuchar el rastre de sus viejos zapatos en el piso de madera, los cuales solo asomaban sus puntas bajo la larga falda café que era su favorita.
El ruido no me molestaba , al contrario , sabia que a mi despertar , el olor a café fresco y deliciosas tortillas en el comal me estarían esperando.
Era muy hacendosa y nunca se le miraba quieta, corría de un lado al otro en la casa buscando que hacer, sumida en sus pensamientos...
Creo que de alguna manera el estar así, le hacia menos dolorosa la partida de mi abuelo.
En las noches frías siempre teníamos cobijas extras porque ella no paraba de coser.
Una noche no tomo sus hilos ni agujas, solo se sentó en su vieja silla, miraba con cierta tristeza el techo y recorría con su mirada todo a su alrededor, yo entre a la habitación y ella ni siquiera se percato de mi presencia.
estaba muy  sumergida en sus pensamientos, sentí un poco de temor ya que nunca le había visto así.
Después de unos instantes se dio vuelta y me miró, yo quede de pie ahí  mirándola , una leve sonrisa se dibujo en sus labios y extendiendo sus brazos me pidió que me acercara.
Me acerque y en ese momento me dio un abrazo tan fuerte que casi me sentí ahogar.
No entendía lo que le pasaba, pero me sentí tan bien en sus brazos, cálido,  suave , tan lleno de amor, y su sonrisa, me sentía privilegiado al ser el primero en verle sonreír.
Yo cerré mis ojos y  la abrazaba también, así duramos no se cuanto tiempo, cuando alce la cabeza para verle , vi que dormía  no quise despertarla, así que le puse sobre sus piernas  una de las cobijas que aun no había terminado de coser pero que era la que estaba mas cerca en ese momento, y me fui a dormir.
Unas horas después el llanto de mi madre me despertó abrupta mente  y corriendo hacia el cuarto de mi abuela vi que todos lloraban a su alrededor.
No entendía lo que pasaba , mi madre me vio y corrió a abrazarme , cuando lo hizo yo la mire y le dije.....   Creí que dormía.
Han pasado los años y el recuerdo que me traen cada vez que tomo en mis manos hilos y agujas , es la ultima y bella sonrisa que me regalo mi abuela antes de morir.
Escrito Por Beyanira Aguirre

Quiero amarte.


























Quiero amarte cada mañana y sentir que vuelo en tus brazos....
Quiero amarte desde que comienza el día hasta que anochece y sentir tus caricias desnudas sin temor ni pena.
Verme reflejado en tu mirar y escuchar el latir de tu corazón enamorado.
Envolverme en tus cabellos y respirar tu aliento, hacerte mía en amor y sentimiento.
Quiero amarte  y dormirme con tu arrullo, no despertar hasta que  el sol este en lo mas alto del firmamento y finalmente perderme en ti....
Quiero amarte como nunca antes había amado en esta vida.


Por Beyanira Aguirre

Florecita


Erase una vez una hermosa mujer, cuyo corazón no había conocido al amor.
Gustaba de pasar horas en su jardín cuidando las flores mas exquisitas que se puedan imaginar y a cuanto galán se le cruzaba por el camino tratando de enamorarle, con frialdad le respondía un no.
Un día su corazón bajo la guardia  y sin darse cuenta se vio envuelta en lo que sería  su perdición.
Se había enamorado de un joven  que le bajó con sus propias manos el sol, la luna y las estrellas.
Pasaron muchos días y el amor en su corazón florecía como su hermoso jardín, tanto así que segaba su razón.
El joven le amaba y ella le adoraba.
Una noche plateada, bajo los efectos embriagantes del amor y al calor de la pasión, la florecita se entregó a disfrutar el dulce sabor del placer....
Al día siguiente quedaron en verse en un pequeño santuario, para fundir así aquel amor que les quemaba y unir sus almas frente al único testigo... el ocaso.
Ella emocionada espero aquel día con tantas ansias..
Por fin el día  llegó y  ella ataviada de blanco, esperaba impaciente el momento anhelado.
El reloj daba su marcha incansable sin mirar atrás, de pronto, un niño cruzo el jardín asta estar frente a ella, traía entre sus manos una flor , en su bolsillo una carta y en sus ojos la impresión de una fatalidad.
La joven sintió una extraña y  escalofriante sensación  que recorrió todo su cuerpo desde los pies a la cabeza.
Temblorosa tomo la carta y la flor; con sus bellos e intranquilos ojos ,poco a poco fue descubriendo  las letras en aquel papel, mientras  se derramaban de tristeza y mas que tristeza , desamor.
El canalla se había marchado rompiendo así  su promesa, había robado impúdicamente su inocencia y matado de un solo golpe  todas sus ilusiones y sueños.
El sol, la luna y las estrellas , todas ellas en aquel instante habían perdido su candor.
Su dolor era tan agudo que podía sentir su corazón rompiéndose a pedazos dentro de si.

Corrió lo mas que pudo asta llegar al santuario, quería escapar, quería huir, alejarse de todo...... y morir.
En el santuario , su herido corazón no aguanto el peso del dolor y el engaño, esfumándose así como suelen esfumarse los sueños al despertar, se precipitó al suelo del cual ya nunca se levanto dejando sobre su rostro lagrimas y junto a su cuerpo .... una flor.
No tiene perdon quien penetra un jardin para arrancar una flor y dejarla morir...
Por Beyanira Aguirre

Carta de un Adiós..

En esta noche fría y oscura que cobija con su manto negro el valle de mi corazón, estoy  dejando plasmadas en este trozo de papel en blanco, las palabras que mi boca no pudieron expresar cuando lo único que dije tras tu partida fue .... Adiós.
Quizás estén confusas y te cueste un poco leerlas, porque por culpa de unas cuantas lágrimas derramadas, he creado un parchón... pero comparado, mas grande es la mancha de dolor que ahoga hoy mi corazón.
No quiero culparte, no es esa mi intención, no te digo que lo entiendo porque hoy nublada mi razón no puede decir que fue lo correcto o no.
Lo único que entiendo es que estoy sin ti y te extraño...
No quiero aferrarme a un imposible, ni vivir de un pasado que solo me da tristeza, quiero dejarte ir  tanto de mi corazón, como de mi cabeza, no pensarte, no soñarte , no desearte , solo olvidarte.....
He tomado esta pluma, débil como mis emociones , y he escrito todo lo que debí decir frente a ti , pero no tuve el valor y confieso que fui cobarde.
No se si la leerás o la ignoraras, pero en ella derrame no solo mis lágrimas, sino mi ser completo y al cerrar el sobre, serré con el tu recuerdo, no me queda mas que decirte ....Adiós.
Por Beyanira Aguirre

jueves, 4 de abril de 2013

Tras la Ventana.


Hay quienes se limitan a ver la vida como por una ventana, obteniendo así la protección que esto ofrece.
Las diversas circunstancias les han obligado a esconderse tras un cristal y ver pasar el tiempo día tras día y noche tras noche.
El temor al fracaso les ha encerrado el alma y se han vuelto prisioneros de sus propios miedos.
Se conforman con solo ver el ocaso al final del día o la luz de la aurora al amanecer.
Han olvidado lo que es sentir bajo sus pies el camino, lo que es tropezar  y levantarse con una sonrisa, porque sus rostros siempre están serios.
Ya no recuerdan la ultima vez que miraron a alguien a los ojos , o que alguien les miró a ellos.
Habitan bajo la sombra de su soledad y solo abren la ventana de cuando en cuando para respirar, y no morir por asfixia.
Aunque en muchas de las ocasiones ... prefieren morir antes de exponerse a lo que llamaron algún día vida..
Por Beyanira Aguirre.

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martes, 2 de abril de 2013

El espejo de la vida

Hoy comprendí que no se vive completamente si no se perdonan las equivocaciones y los errores.
Si no se sanan las heridas y se olvidan las ofensas.
Si no se ama sin resentimiento y lo mas importante... si no soportas tu propio reflejo al mirarte al espejo.
Solo cuando te hayas  liberado de todo aquello que te opaca y obstruye tu paso por la vida, podrás avanzar a la felicidad y la paz.
Solo cuando te hayas  perdonado a ti mismo, haciendo a un lado el orgullo y mirando con  los ojos de la compasión a los  demás...  solo así comenzaras el verdadero viaje que tanto anhelas.
Por Beyanira Aguirre.

Valentía y Desición

Se que muchos en algún momento de la vida hemos tenido que tomar decisiones que nos ponen en una cuenta final, y no nos dan tiempo de pensar si será la correcta o no, pero aun así , nos llenamos de valor ya sea para tomarla o enfrentar las consecuencias... Cualquiera que sea la decisión  hay que ser valiente... aunque por dentro el miedo sea nuestra única compañía. 
Por Beyanira Aguirre.



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Adiós inminente

Lloran nuestras almas al decir  adiós, al separarse tan abrupta-mente la una de la otra.
Lloran torrentes al sentirse tan solas y saber que aquello que un día las unió tan fuerte  hoy yace tan débil y frágil, 
En medio del frió  y la incertidumbre trataron de aferrarse, se buscaron en la oscuridad de la noche y no pudieron encontrarse.
Un rose, un solo rose hubiese sido suficiente para calmar la angustia de su interior ....
Nos cubrió la gris soledad y ahora no queda nada.
Por Beyanira Aguirre

Amor de madre

La luz brilló cuando por primera vez mire tus ojitos.... y la risa tuvo sentido cuando  me sonreíste.
El amor dio un giro inesperado y se engrandeció, cuando por primera vez te tuve entre mis brazos y una lagrima cristalina brotó de mis ojos por la dicha de tenerte.
Te convertiste en mi alegría y en mis miedos..
Alegría porque  ahora tenia una razón mas fuerte para vivir ...  y mis miedos , porque al levantar la mirada y ver a mi alrededor este mundo, supe que un día me dirías adiós para  emprenderte  por la vida y que  tendría que hacer un gran esfuerzo por prepararte,  para que en mi ausencia pudieses vivir en ella.
Lamento cada instante que no aproveche a tu lado, aquellos segundos que hoy me hacen tanta falta.
Pero me siento tranquila, porque se que  eres feliz y que no me dijiste adiós , sino asta luego...
Por Beyanira Aguirre

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